viernes, 15 de julio de 2011

LA FUENTE DE LA JUVENTUD (Cuento)

Ubaldo Rosario Taveras


La excursión le pareció aburrida y le reprochó al esposo que hubiera sido mejor disfrutar la comodidad de la ciudad. Añoraba volver a la tienda y exhibirles a los clientes los vestidos que modelaban los maniquíes. Así conocería a más personas de la clase alta e iría a sus fiestas como en otras ocasiones. Modelaría algún vestido nuevo y con estilo daría a conocer las joyas y las prendas que la embellecerían.

El esposo, al contrario, disfrutaba  de las alturas del Machu Picchu y de las demás ruinas antiguas. El aburrimiento desapareció cuando la esposa  escuchó que en verdad existía la fuente de la juventud. El indígena  los dirigió durante semanas y le advirtió que sólo las personas con personalidades definidas podían tomar de la fuente. Le aseguró tener ochenta años y aparentaba un hombre de  treinta. Mientras demostraba con testimonio la veracidad de su mágico rejuvenecimiento exigía una cantidad considerable de dinero.

Al llegar a la fuente el marido escuchó otra vez la advertencia y reflexionó.   Dudaba de sí y sabía que el hombre de una personalidad definida nunca vacila y le pidió insistentemente a su esposa que también dudaba, regresar y con un tono temperamental le negó la petición.

El indígena habló de las consecuencias de tomar de la fuente sin estar preparado. El hombre se sintió tentado y se arrodilló con los ojos ígneos derretidos en  lágrimas. Le pagó al indígena y regresó a Europa con su esposa.

En la tienda la colocó ante la vitrina con un vestido a la moda y bellas alhajas. Cada vez que un cliente le insinuaba que el maniquí le parecía sonreír y en otras ocasiones llorar y lamentarse de estar ante los demás, en fin que tenía una personalidad, el marido exclamaba: “No, no tiene personalidad, es solo una muñeca que aunque estuviera viva ríe porque será joven por siempre y se lamenta porque no puede asistir a las fiestas de sus amigos de la clase alta.”





sábado, 9 de julio de 2011

ESCRITOS, ESTA DE LUTO POR LA MUERTE DE FACUNDO CABRAL






ESCRITOS, ESTA DE LUTO POR LA MUERTE DE FACUNDO CABRAL

ESTAMOS DE LUTO POR LA MUERTE DE FACUNDO CABRAL


LA PASION DE LOS LIBROS

Quien no haya pasado nunca tardes enteras delante de un libro, con las orejas ardiéndole y el pelo caído por la cara, leyendo y leyendo, olvidado del mundo y sin darse cuenta de que tenía hambre o se estaba quedando helado...

Quien nunca haya leído en secreto a la luz de una linterna, bajo la manta, porque Papá o Mamá o alguna otra persona solícita le ha apagado la luz con el argumento bien intencionado de que tiene que dormir, porque mañana hay que levantarse tempranito...

Quien nunca haya llorado abierta o disimuladamente lágrimas amargas, porque una historia maravillosa acababa y había que decir adiós a personajes con los que había corrido tantas aventuras, a los que quería y admiraba, por los que había temido y rezado, y sin cuya compañía la vida le parecería vacía y sin sentido...

Quien no conozca todo eso por propia experiencia, no podrá compreder probablemente... las pasiones humanas.

La historia Interminable: Michael Ende